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El Capital Humano es la clave para recuperarse de la crisis

Unas
doscientas veces aparecen las palabras “capital humano” en el Informe
sobre el Empleo y de los Desarrollos Sociales en Europa 2014
, en su
cuarta edición anual. Es obvio que no lo podríamos pasar por alto en un blog
que se llama “Construyendo Capital Humano”.

En
sus 336 páginas el Informe analiza de forma detallada los elementos socio-económicos
clave que preocupan a la UE y a sus Estados Miembros, y saca sus conclusiones y
medidas a tomar para alcanzar los objetivos de empleo y sociales de la UE en el
horizonte 2020.
Mejores
aptitudes emparejadas con mejores empleos.  “Invertir
en capital humano es crucial para el éxito”
, dice Marianne Thyssen,
Comisaria para el Empleo, Asuntos sociales y Movilidad Laboral en el prólogo, “El análisis destaca que una inversión más
fuerte en aptitudes es vital para la competitividad, el crecimiento sostenido y
el empleo. El sector público y el privado tienen papeles complementarios en la
provisión de formación y el aprendizaje permanente. Muestra por ejemplo que los
países más competitivos en la UE y en el mundo son los donde las empresas más
invierten en aptitudes.”
  Esto último
es una de las conclusiones principales del estudio, que subraya que es preciso
invertir en la formación y en el mantenimiento de las aptitudes adecuadas de la
fuerza laboral para soportar la productividad, así como el desafío de restaurar
la convergencia entre los Estados Miembros.
De
los errores se debe aprender. El estudio ha echado una mirada a las lecciones
aprendidas de la recesión, para ver que su impacto negativo en el empleo y en
los salarios ha sido menor en los países con mercados de trabajo más abiertos y
menos segmentados, y con una mayor inversión en el aprendizaje continuo.
Marianne
Thyssen comentaba: “La creación de empleo
es nuestra mayor tarea y el legado de la crisis lo hace más desafiante. Este
análisis deduce que es necesario implementar reformas estructurales así como
medidas para soportar el consumo y la demanda. Necesitamos más inversión en las
personas para educar, formar y activar aún mejor a los europeos para el
mercado laboral. La ofensiva de inversión de la Comisión de Juncker ayudará a
conseguir una diferencia real y sustancial en estas áreas cruciales.”

De
cara a una población que envejece, pero que disminuye en la UE, la inversión en
capital humano es esencial para apoyar la productividad y asegurar un
crecimiento rico e inclusivo en empleo en el futuro. El Informe subraya que la
inversión efectiva de capital humano requiere no sólo la educación y la
formación en las habilidades correctas, sino también los marcos adecuados para
ayudar a las personas a mantener, mejorar y utilizar esas habilidades a lo
largo de su vida laboral. En este sentido, se necesitan políticas adecuadas
para evitar que el capital humano se desperdicie debido a la inactividad o la
infrautilización del empleo de las personas.
Por
otro lado, un incremento en la oferta de capital humano cualificado debe ir
acompañado por un aumento en la oferta de empleos de calidad, con el fin de
producir una fuerza laboral más productiva. En cuanto a los futuros retos y
oportunidades, el Informe señala que los cambios en curso vinculados a los
avances tecnológicos, la globalización, el cambio demográfico y el crecimiento
ecológica de la economía deben ofrecer oportunidades para crear empleos de alta
calidad, pero también puede hacer que algunas cualificaciones y empleos se
vuelvan obsoletos y salarios más polarizados. Por lo tanto, se necesitan
políticas proactivas que apoyen la formación permanente, la mejora de la
asistencia a la búsqueda de empleo y el diálogo social para prever e implementar
innovaciones.

Por
último, el Informe también subraya que la restauración de la convergencia socioeconómica
es otra tarea importante después de los años de la crisis, especialmente en
relación con los 15 Estados miembros del sur y periféricos de la UE. Detrás de la
divergencia inducida por la crisis estaba no sólo el tamaño del choque
económica, sino también los desequilibrios estructurales que ya estaban
presentes antes de la crisis en los países más afectados, como la baja
productividad, la falta de inversión en capital humano, las debilidades en su sector
bancario y de las burbujas de la propiedad y en sus sistemas de bienestar. El
Informe contribuye al debate en curso sobre las formas más adecuadas para
restablecer la convergencia, profundizar en la unión económica y monetaria y
fortalecer su dimensión social.
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