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Europa ya no es ejemplo de nada

Ethic, la revista de referencia sobre ética y desarrollo sostenible, ha publicado una magnífica entrevista de Esther Peñas a Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la UNESCO entre otros muchos e influyentes cargos que ha desempeñado en su larga vida. La conversación trata de diversos temas de actualidad y de profundo pensamiento humanista que atraviesa todo el texto. Federico Mayor Zaragoza persiste aún en el empeño de hacer del mundo un lugar mejor.

Cambio climático

Recuerda que ya en 1947 la Unesco creó la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, y en los años 50 se contaba con un Plan Geológico Internacional, otro Hidrográfico y otro Oceanográfico. Él intervino a favor del conocimiento de los océanos porque cubren dos terceras partes de la superficie de la tierra. Entonces todos trabajaban mucho, pero sin urgencia, suponiendo que los gobernantes les harían caso en algún momento. A principios de los 70, cuando se crea el Club de Roma, se publica el informe «Los límites del crecimiento», cuyas conclusiones determinaron que las emisiones de gases son excesivas y la recaptura del 82% del anhídrido carbónico por los océanos es insuficiente. En la actualidad sí que hay que trabajar con urgencia por el cambio, también del sistema. Es un momento crucial porque la situación es irreversible.

Medios de comunicación

Mayor Zaragoza culpa en buena parte a los medios de comunicación de no haber difundido la verdad que ya conocía la ciencia. Opina que hoy en día casi todos los medios de comunicación son una vergüenza y están condicionados por grandes consorcios económicos. Pertenecen a ideologías que defienden intereses por encima de la verdad. Pero la responsabilidad es de los poderes económicos. Y pone el ejemplo de la petrolera estadounidense Exxon Mobil que se colocó hace años al frente del negacionismo y pagaba a pseudocientíficos para que dijeran lo que les favorecía, es decir, que no era para tanto el cambio climático. Sus informes tenían mucho éxito porque el gran consorcio mundial del petróleo estaba encantado con ellos. Y durante dieciséis años estuvieron engañando a la humanidad de manera lamentable. Hasta que a finales de los 90, la revista Newsweek publicó un extenso reportaje de denuncia y alerta. El mundo se escandalizó, pero no pasó nada y Exxon Mobil jamás asumió su responsabilidad. Ahora ya nadie duda, tenemos suficientes datos para predecir que, en diez años, el Ártico desaparecerá, con lo cual ya no habrá refracción de rayos solares sino que entrarán directamente en el mar. Por no hablar del permafrost, continúa, esa capa de hielo de hace siglos que, al descongelarse, libera bolsas de gas metano, 23 veces más contaminante.

Federico Mayor Zaragoza para Ethic. Fotografía Noemí del Val

Responsabilidad política

Federico Mayor Zaragoza afirma con rotundidad que la responsabilidad política es enorme. Especialmente al cometer el disparate de abandonar el multilateralismo, el gran diseño que planteó Roosevelt, que combatía el supremacismo, el racismo, la superioridad… El multilateralismo favorecía que los gobiernos se dejasen aconsejar por los científicos y no por intereses económicos, pero llegó el señor Reagan en un momento de esperanza, a finales de los 80, en pleno auge de figuras como Mandela y Gorbachov. Pero poco le importó y constituyó el G6 que, al igual que el G7, el G8 y el G20, en realidad es un único país: Estados Unidos. Gorbachov le propuso firmar una declaración histórica para acabar con el armamento nuclear y Reagan aceptó reducirlo un 70%. No nos engañemos. Se acepta la tenencia de la bomba atómica. Porque nuestros representantes políticos actuales no plantan cara a Estados Unidos.

En otro tiempo fue diferente, con políticos de la talla de Sandro Pertini y Andreotti en Italia, Helmut Kohl en Alemania, Ruud Lubbers en Holanda, Gro Harlem en Noruega, Olof Palme en Suecia… cuyo asesinato sigue sin resolverse… En realidad Mayor Zaragoza quiere decir que hubo un tiempo en que los gobernantes ejercían su tarea y se enfrentaban a Estados Unidos. Era una Europa distinta, no una mera unión monetaria, sino un ejemplo en derechos humanos, en solidaridad, en ayuda al desarrollo, en democracia… Pero ahora esa Europa ya no existe.

Europa ya no es ejemplo de nada

¿Cuánta gente dejamos que se muera en el Mediterráneo? Se pregunta Federico Mayor Zaragoza, ¿Cuánta ayuda al desarrollo destinamos? Ayuda para que la gente pueda vivir dignamente en sus lugares de origen. Entonces, se dedicaba el 0,52% del PIB y, en estos momentos, el 0,1%. En Europa ya no somos símbolo de nada, si acaso de indiferencia y de insolidaridad, destaca. Solo nos interesa el PIB. Europa es más o menos un tercio de la India, pero cualitativamente fuimos un sostén mundial. Sin embargo, la deriva neoliberal nos ha llevado preocuparnos solo por el PIB, que indica crecimiento, no desarrollo. Europa ha pasado de ser un ejemplo a ser irrelevante.

Siempre hay que pelear por aquello en lo que se cree

Hay acontecimientos que irritan profundamente a Mayor Zaragoza, por ejemplo, el haber invadido Iraq basados en una mentira y terminar matando a miles de personas. Hay quien se extraña de que haya terroristas, pero se pregunta, ¿qué hemos hecho nosotros, los occidentales, los europeos, en Siria, en Libia y en tantos otros lugares? Si tuviéramos una ONU fuerte tendríamos otro concepto de seguridad, y no el que nos impone Trump, que supone un gasto de cuatro mil millones de dólares diarios en gastos militares, en armas y en defensa territorial. Pero luego resulta que el país más poderoso del mundo no es capaz de hacer frente a los incendios de California… Eso sí, su escudo antimisiles es indestructible. Frente a esta política no ha habido posibilidad de que la ONU se imponga. Y desde la reunión de las Azores, cuando se decidió la guerra de Iraq, la ONU ha quedado herida, casi sin capacidad de reacción. Por fortuna, después llegó Obama, y el papa Francisco, que escribió una Encíclica ecológica, tendiendo la mano al islam… Hay momentos para la rabia, pero siempre hay que pelear por aquello en lo que se cree. Y hay dos focos que infunden una enorme esperanza: la mujer y la juventud. Greta Thunberg ha movilizado a muchísimos jóvenes, que antes de ella ya habían tomado las calles poco a poco; y las mujeres demostraron ese histórico 8 de marzo que están cansadas de cómo se hacen las cosas. Mandela le dijo: «La mujer será la piedra angular de la nueva era». Las mujeres y los jóvenes serán decisivos. ¡Atrevámonos!

¿En qué momento hay que dejar de ser tolerante con el otro?

Cuando Mayor Zaragoza se trasladó como catedrático de Granada a Oxford, se fijó al llegar en un lema grabado en un centro: sapere aude, atrévete a saber, una frase de Horacio. Al cabo de unos años de estar allí, dice que pensó que se trataba no tanto de atreverse a saber cómo de saber atreverse. Hay momentos, pequeñas y grandes ocasiones, continúa, en las que tenemos que atrevernos a tomar una decisión, a decirle al otro «por aquí no paso». Esa responsabilidad es hoy intergeneracional porque lo que no hagamos será un desastre para los que vengan que, además, no podrán revertirlo. Si el señor Trump abandona los acuerdos de París, habrá que decirle desde Europa que estableceremos unas relaciones muy medidas y que, si es necesario, dejaremos de comprar sus productos. Pero no estamos a la altura, por desgracia. Nos mueven los intereses de unos grupos muy limitados.

 

Federico Mayor Zaragoza para Ethic. Fotografía Noemí del Val

Modificar requerirá cambiar la raíz. ¿Cuáles son los retos de la educación?

Claramente Mayor Zaragoza cree que hay que dejar actuar a los docentes. Y no está de acuerdo con el informe PISA, que es un documento elaborado por una institución económica. Unesco hizo un gran proyecto educativo que él encargó cuando era director general. En ese proyecto participaron grandes sabios coordinados por Jacques Delors, Gimeno Sacristán, Paulo Freire -al que Bolsonaro por cierto llama energúmeno- Marchesi, Adela Cortina, Alejandro Tiana, Michel Serres y Edgard Morin, entre otros. De estos dos últimos Mayor Zaragoza se siente más próximo. Sus conclusiones, las conclusiones de ese proyecto, fueron alejarse de las recomendaciones del informe PISA que, por ejemplo, nos dice que los niños tienen que saber más inglés. Eso es un disparate y es confundir educación con capacitación, porque un niño puede saber inglés y ser un perfecto maleducado.

La escuela, continúa, ha de conseguir cuatro finalidades: aprender a ser –para ejercer plenamente las facultades distintivas de la especie humana–, formar a personas que reflexionen, que se anticipen, que tengan imaginación, que usen su creatividad. Cada ser humano es único y un creador absoluto, y, sin embargo, han hecho de nosotros seres sumisos y temerosos. ¡Pero qué es eso, si cada uno podemos inventar un futuro distinto! La educación tiene que formar a seres humanos libres, capaces de actuar sin estar sometidos a nada. Después de aprender a ser, aprender a conocer, es decir, sacar nuestras propias conclusiones de las cosas, ser capaces de relacionarlas; luego, aprender a hacer, es decir, hacer que las personas sean capaces de tomar sus propias decisiones en función de sus deseos, asumiendo las responsabilidades de la decisión y sabiendo que tienen el deber de ser felices, y, por último, aprender a vivir juntos. Esto es educación. Esto, y no lo demás. Y quienes tienen que hablar de educación son los maestros, y ayudarlos los filósofos, los poetas, los artistas. No los economistas ni los políticos. Una persona necesita ser creativa, que le enseñen a serlo, que le animen a ser. No necesita saber bioquímica. Eso es capacitación. Educación para todos a lo largo de toda la vida. Empezando por los gobernantes.

¿Es usted un hombre de fe?

Federico Mayor Zaragoza es creyente. Muy próximo a Unamuno cuando decía aquello de que al filo exacto de las certezas e incertidumbre se halla la libertad humana, que es el gran don. Como científico no ha encontrado respuestas a las preguntas esenciales, por eso piensa que la vida es un misterio y que quizás es un milagro.

Por último, las recomendaciones del gran humanista que es Federico Mayor Zaragoza pasan por decir a un joven de 20 años que busque buenos maestros, que escuche a sus padres, y que no se olvide nunca de esos versos de Miguel Hernández: «La solución es ir por la vida con el amor a cuestas». No hay nada que supere al amor, es lo que nos da la valentía para hacer cosas, lo que nos hace escuchar al otro. Y concluye: La solución, la única solución, es el amor.

Un comentario

  1. Tiene mucha razón, Federico Mayor Zaragoza, y sobre todo en cuanto a la educación en la que hemos, según parece, fallado. Cuando yo era joven era un lujo tener un coche en la familia. Hoy necesitan tener por lo menos dos y a veces tres (para un hijo que todavía no se han independizado). Además, como no hay dinero para comprar coches nuevo, se compran de ocasión de hasta veinte o más años de edad que contaminan mucho más que uno de último diseño. El resultado es que varias ciudades europeas han prohibido el acceso al coche diesel, en particular los viejos. Y esto en lugar de usar más el transporte público (En mi bario he visto un Bizkaibus con un solo pasajero, lo cual contamina más por persona que más que un coche). Además el transporte público en algunos sitios sigue siendo un desastre, como por ejemplo el ferrocarril desde la frontera francesa hasta Cantabria y es la razón de los atascos en la autopista.
    Pienso que también hace falta actuar en positivo y poner énfasis en lo que se hace bien. Por ejemplo en la ciencia y la I+D que en España también viene detrás de países del entorno, en particular en el sector privado. La industria química puede hacer cosas malas y tiene mucha culpa, pero también tiene positivas, y puede aportar y aporta soluciones al cambio climático y al desarrollo sostenible. Por ejemplo en estas referencias:
    1. Conversión de hidrocarburos gaseosos a líquidos – La sintesis Fischer-Tropsch: El resurgimiento de una tecnología para producir combustibles limpios -, René Aga Van Zeebroeck, Ingeniería Química, Nº 394 (Número especial para la EXPOQUIMIA de Barcelona), Octubre 2002.
    • Desarrollo sostenible-cambio climatico-Kioto – Un desafío para la industria de proceso española, René Aga Van Zeebroeck, Ingeniería Química, Nº 414, Junio 2004.
    • I+DT – Una actividad prioritaria para una industria de proceso sostenible y competitiva, René Aga Van Zeebroeck, Ingeniería Química, Nº 428, Octubre 2005.
    • Captura y Secuestro de CO2 – ¿La solución para los grandes consumidores industriales de energías fósiles?, René Aga Van Zeebroeck, Ingeniería Química, nº 488, Junio 2007
    • Las Membranas Industriales – Una tecnología que contribuye a la eficiencia energética de los procesos, René Aga Van Zeebroeck, Ingeniería Química, nº 462, Septiembre 2008 (Número especial para EXPOQUIMIA 2008 de Barcelona)
    • Facing sustainable development in the processing industries – The need for energy efficient and other CO2 emissions reduction technologies-, René Aga, Ingeniería Química, Nº 400, May 2003. ACHEMA 2003 edition
    • Innovative Chemistry is required to fight Climate Change, René Aga Van Zeebroeck, Dr.Sc. (SECOT), Industria Química, Nº 23, 2015, ACHEMA 2015 edition.
    • Agenda 2030: A Challenge for Chemical Science and Industry, René Aga Van Zeebroeck, Dr.Sc. (SECOT), Industria Química, 2018, ACHEMA 2018 edition.

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