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Fuentes de crecimiento económico y de empleos

Lo que sigue son extractos traducidos
del inglés, del discurso con el título original, ‘Sources of economic growth and jobs’, relativos a la empresa y el empleo, que Herman Van
Rompuy, Presidente del Consejo Europeo, pronunció el 7 de septiembre en el Foro
Ambrosetti
(*)

A pesar de un aparente inicio de la
recuperación económica, “estamos todavía muy lejos, en particular
cuando se trata de ganar la batalla para el empleo”
, dice Van Rompuy. “Nuestro continente está pasando por una fase
de transformación. Por naturaleza, las contracciones económicas hacen daño. Por
lo tanto la cuestión es cómo hacer que el ajuste sea suave, manteniendo al
mismo tiempo el enfoque en los objetivos a largo plazo: mejores vidas para
nuestros ciudadanos, una economía preparada para los desafíos del siglo 21. Por
lo tanto tenemos que pensar de forma más estratégica sobre los fundamentos del
crecimiento futuro en Europa, y éste es el tema sobre el que quisiera dirigirme
a ustedes: ‘Las fuentes del crecimiento y de los empleos en Europa’. ¿Qué
podemos hacer para devolver el crecimiento estructural a Europa? ¿Cómo podemos
asegurar que estaremos ganando nuestro dinero de forma sostenible en los
próximos veinte o cincuenta años? Para responder a estas cuestiones, propongo revisitar algunos fundamentos de
la economía
. Ver al final (**) 

Empecemos
con mirar por el lado del suministro. Puesto de manera sencilla, para poder
consumir, en primer lugar una economía necesita tener la ‘aptitud para
producir’ (un buen motor de trabajo, si quieren), y luego un combustible de
primera calidad. En otras palabras, entendemos el crecimiento como una función
de la productividad (nuestro motor) y del combustible en la forma del trabajo y
del capital. Como Unión Europea estamos trabajando en los tres.
 

1.- Empecemos con la productividad, nuestro motor. Esta es la clave. Es donde juegan su papel la
innovación y el progreso tecnológico, la flexibilidad y la eficiencia de
nuestros mercados, y nuestro espíritu emprendedor. Conseguir que el motor esté
a punto depende de muchos factores, una alquimia que los economistas solo
pueden plasmar en ecuaciones de forma imperfecta (**).  
 

Pero
hay aspectos concretos en los que debemos enfocar en Europa y que así lo
hacemos. Invertir en innovación, en capital humano, soportando la I+D y las patentes, también mediante la
educación, el aprendizaje y la formación…:
esto era la máxima prioridad para los líderes europeos cuando anteriormente
este año negociaron nuestro presupuesto de la UE para los próximos siete años.
Todos estos ítems están creciendo con el 40%, dentro de un presupuesto algo
menor.
 

¡Aún
con presupuestos apretados, invertir para el crecimiento futuro sigue estando
absolutamente central! Ciertamente para la UE; y conozco a muchos gobiernos
nacionales que también trabajan en esta dirección. ¡Menos trámites para las
empresas y mejoras en eficiencia en el sector público significan más recursos
que se liberan para invertir en el futuro!
 

Tomen
las inversiones en  infraestructura y en tecnología, por
ejemplo en las TIC. Para decirlo sin
rodeos: todavía andamos detrás de nuestros competidores globales. En las redes
de fibra óptica. O en la tecnología de
4G (***)
. Imaginen: ahora mismo, los EEUU, Japón y Corea disponen de casi
el 90% de las suscripciones a las 4G en el mundo, comparado a tan solo el 6% de
Europa.
 

Así
que para dentro de siete semanas a partir de ahora, hemos convocado un Consejo
Europeo para que los líderes puedan buscar la forma para que la puesta al día
de la tecnología digital suceda. Con el aumento de la productividad, derechos
de los consumidores y las oportunidades de empleo en mente. En efecto: ¡puestos
de trabajo! Con un enorme desempleo, y
hasta 900.000 puestos vacantes para especialistas en TIC
, no es difícil de
sacar las cuentas. 
 

Más
allá de la inversión en el país, la apertura
de mercados en el extranjero
juega un papel clave…
 

2.- Después de la
productividad: el trabajo. Sin
trabajo no hay crecimiento, naturalmente. Aquí la observación crucial es que estamos en un continente que envejece.
La esperanza de vida en Europa crece al ritmo de tres meses cada año. En 2013,
por primera vez desde la II Guerra Mundial, nuestra población con edad de
trabajar, algo más que 300 millones, ha empezado a disminuir. Mientras tanto el
número de personas mayores sigue creciendo. Como resultado, cuando ahora
tenemos tres pensionistas por diez trabajadores, en 2060 serán seis contra
diez. Un desafío colosal para nuestras economías de mercado social. ¡Pero
celebremos también que todos viviremos más tiempo!
 

Debido
a nuestro envejecimiento y la disminución de nuestra fuerza de trabajo, sin
esfuerzos para aumentar la participación
laboral – en particular de jóvenes adultos, mujeres, mayores, y minorías –
resultará
inevitablemente en niveles de crecimiento y de bienestar más bajos. Es una
verdad aritmética, una que nos debe llevar a pensar seriamente en por lo menos
4 temas, todos ellos delicados a su propia manera:
 

Primero:
la reforma de los sistemas de pensiones
– muchos de nuestros países miembros están embarcados en la reforma de
pensiones
 

Segundo:
hacer que contratar sea más atractivo
para las empresas
– lo que significa esencialmente, quitar impuestos del
trabajo
 

Tercero:
políticas para incorporar más mujeres y
personas mayores
en el trabajo
 

Finalmente:
reflexionar seriamente sobre nuestras políticas
de inmigración
para los próximos veinte años, dado que uno de los caminos
para cerrar la brecha creada por la disminución de nuestra fuerza laboral es a
través de la migración. (¡O más bebés!)
 

En
términos de política, los cuatro temas son principalmente competencias
nacionales. Pero con la crisis financiera, ha quedado cada vez más claro que lo
que pasa (o no) en un país puede impactar en todos los otros. Por eso hemos ya
construido un diálogo y una coordinación más profundos en un rango de áreas
políticas más amplio, y necesitamos más – quizás también mediante más
compromisos mutuos vinculantes sobre reformas estructurales.
 

Sobre el otro factor esencial, el capital:  

La
financiación de nuevas inversiones puede provenir de las ganancias de la
empresa, cuando los balances corporativos son sanos. Sin embargo, en muchas
partes de Europa, las empresas están luchando con una deuda heredada y la
reestructuración. Como consecuencia, ahora la inversión industrial europea es
baja. Hay muchas maneras en las que el sector público puede ayudar. No
seleccionando a ganadores, sino por proporcionar a la industria un marco de
política para ayudarla a modernizar y competir mejor.
 

(*) El Foro “Inteligencia en el mundo,
Europa e Italia”, organizado por  La Casa
Europea Ambrosetti ha tenido lugar del 6 al 8 de septiembre 2013. Desde 1975
tiene lugar en Villa d’Este, en Cernobbio, una localidad italiana a orillas del
Lago de Como, cerca de la frontera de Suiza. 

(**) En este contexto es interesante
el artículo de Manfred Nolte en El
Correo del 7 de septiembre 2013 “Rescatar la economía de las manos de
los economistas”
,
en el que cita al Premio Nobel de Economía, Ronald Harry Coase fallecido recientemente a los 102 años, quien
señaló en la Harvard Business Review que “la ciencia económica tal y como
se resume actualmente en los libros de texto y se enseña en las aulas tiene
poco que ver con la gestión empresarial, y mucho menos con el espíritu
empresarial.
El divorcio de la
doctrina económica con los asuntos ordinarios de la vida es tan patente como
lamentable.” “Ya en el siglo XX, con la consolidación del estamento, los
economistas comenzaron a permitirse el lujo de escribir exclusivamente para sí
mismos, con lo que el campo académico sufrió un viraje endogámico hasta
olvidarse del mundo real al que estaba llamado servir de útil apoyo. La
consecuencia de todo ello es un conocimiento económico que responde a un
conglomerado de herramientas de corte abstracto y especulativo, sometido a
supuestos simplificados que llegan a lo heroico, y que han orillado el objetivo
último de servir de báculo a la ardua tarea de la producción de bienes y
servicios finales.” … “Dado que los conocimientos económicos adolecen de una
escasa visión práctica, el estamento empresarial se cobija en su propio
instinto de los negocios y desprecia el oficio de los teóricos. En tiempos de
crisis, cuando los empresarios no pueden valerse por sí mismos buscan en el
poder político una respuesta compensatoria, cediéndole el testigo de la gestión
privada y renunciando al código de instrucción y de respuestas razonables que
la ciencia económica debiera proveerles. El Estado viene a enmendar así, de
modo forzado y previsiblemente poco eficiente, lo que la iniciativa privada
debería haber sido capaz de prever y de solucionar.”… “El conocimiento producirá sus dividendos sólo si la economía puede ser
reorientada al estudio del hombre tal como es y al sistema económico, tal como
en realidad existe.”
(***) 4G es la 4ª generación de los estándares
de la tecnología de los teléfonos móviles. Para las empresas,
ponerse al día sería un gran impulso.

 Para terminar…

“La mayoría de las ideas fundamentales
de la ciencia son esencialmente sencillas y, por regla general pueden ser
expresadas en un lenguaje comprensible para todos”

(Albert Einstein).
«La ciencia es la progresiva
aproximación del hombre al mundo real»
(Max Planck).

También así es, o debería ser, la
economía como ciencia.
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