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Merece la pena hacer un doctorado

A
finales del mes de junio la OCDE publicó un informe “Las Carreras de los Titulados
de Doctorado: Análisis de los Indicadores del Mercado y de la Movilidad
Laboral”
(*) He aquí un breve resumen del estudio.

Los
titulados constituyen una proporción relativamente pequeña de la población
total, pero su importancia es apreciada ampliamente. Al haberse beneficiado de
una formación en la investigación altamente especializada, y por haber
contribuido de forma original a la ciencia, se espera que estos titulados jueguen
un papel clave en la economía del conocimiento, porque están en una posición de
impulsar avances en la ciencia, la tecnología y en el conocimiento en la
sociedad.
La
evidencia de esta contribución de los doctores a la ciencia, la innovación y la
economía es de gran relevancia no solo para los que toman decisiones políticas y
los gobiernos que financian la formación de este grupo de personas y soportan
su integración en el sistema de innovación, pero también para empresarios
prospectivos que buscan aptitudes para su fuerza laboral, y para las propias
personas que están pensando si hacer un doctorado y seguir con la investigación
o una carrera no relacionada con ella. Desafortunadamente, la evidencia es limitada y
escasa debido, por ejemplo, al hecho de que las fuentes estadísticas estándar
son típicamente demasiado pocas para producir resultados estadísticamente
robustos para esta población.
Ha
habido un incremento continuo del número de títulos de doctorado concedidos en
toda la OCDE, y parece evidente que hay un plus sostenido para los titulados en
el mercado de trabajo en comparación a otras personas altamente cualificadas,
que obtuvieron su título en el año 2009, antes del impacto potencial de la
crisis económica. En concreto, en la última década el aumento de titulaciones
de doctorado en la OCDE ha crecido en un 38%, desde 154000 nuevos doctorados
hasta 213000 en 2009.
Sin
embargo, las tituladas femeninas y los más jóvenes muestran tasas de empleo
relativamente peores, pero de forma menos marcada que para los titulados de
grados inferiores. Son cada vez más comunes los empleos temporales en el mundo
académico, pero es menos el caso en la empresa privada. Los de ciencias
naturales y los ingenieros tienen más probabilidades de ser contratados para
investigación, mientras los de ciencias sociales encuentran más oportunidades
en otros empleos que la investigación.
Los
titulados de doctorado en ciencias médicas y de la salud son en general mejor
pagados. Los salarios son también más altos en el sector privado que en otros,
pero hay excepciones. Los salarios de titulados en las ciencias de la agricultura y de
humanidades están por debajo de la media en la mayoría de los países.
No
hay una relación sólida entre la proporción de titulados de doctorado con
empleo y la intensidad de I+D de un país. El mayor porcentaje de presencia de
doctores en la fuerza laboral se da en Suiza, con cerca del 2,8%.
La
movilidad laboral varía notablemente de un país a otro, y es más frecuente
entre los doctorados que no trabajan en la investigación. A menudo la movilidad
del sector privado al sector de la educación superior es más alta que al
inverso. La movilidad internacional, igual que la migración de titulados de
doctorado, ha crecido en toda la década y es muy común. Según datos de 2009 de
los países que los tienen disponibles, en promedio el 14% de los ciudadanos con
doctorado se han movido internacionalmente en 
los 10 años anteriores. Esta estimación es baja porque no tiene en cuenta
los que actualmente están fuera y podrían no volver. Las personas que viven en
países que disponen de organizaciones de investigación líderes en el mundo,
pueden sentir menos necesidad de salir fuera. También hay un número de
obstáculos que pueden explicar esa baja tasa de movilidad, tales como costos
económicos y personales, diferencias en lenguas, y la falta de incentivos. El
destino principal es Europa y dentro de Europa los países preferidos son
Francia, Alemania y el Reino Unido. Los EEUU están entre los 3 primeros países
del mundo.
Al
menos el 60% de los que han vuelto han estado fuera tan solo una vez en diez
años en el periodo considerado. Sin embargo en España y algunos países de
Europa Oriental un 30% han estado fuera dos y hasta cuatro veces. La
duración de las estancias es más heterogénea. En general al menos el 30% han
pasado menos que un año fuera en diez años. En la mitad de los países al menos
el 20% han estado fuera uno o dos años, pero en España y Portugal al menos un
30% se han movido por una duración cumulativa comprendida entre dos y menos de
cinco años.

Hay
básicamente tres motivos para la movilidad internacional: factores académicos,
factores laborales o económicos, y razones familiares o personales. Su
importancia no es la misma dependiendo de si la movilidad es hacía el interior
o hacía el exterior. Los factores académicos intervienen en la decisión del
43,9% de los doctores que tienen la intención de salir al exterior el próximo
año, otros factores relacionados con el empleo o de carácter económico
intervienen en un 30,9%, y las razones familiares o personales en un 15%. Para
los que vuelven, los porcentajes equivalentes son respectivamente 27,5%, 23,6%
y 20,6%. Hay por supuesto diferencias entre los países y las razones académicas
parecen jugar un papel importante en la decisión de salir fuera para los
doctores de Portugal (64,1%), Turquía (57,1%) y España (54,1%).

Aunque no estén en la investigación,
los empleos están en la mayoría de los casos relacionados con el tema de la
titulación doctoral y los titulados están satisfechos con su situación laboral.
Hay un rango amplio de factores monetarios y no monetarios que contribuyen a
explicar el atractivo de las carreras de investigación. Los grados de satisfacción
en aspectos distintos al salario son en particular altos para personas
trabajando en la investigación.

 

La proporción de los doctores que
trabajan en puestos de trabajo que se relacionan con su grado de doctorado
varía mucho en las economías. Por ejemplo, mientras en algunos países como
Portugal, Rusia, Hungría, etc., el 95% de los doctorados trabajan en puestos
relacionados al menos en parte con su título, no es el caso para España, Bélgica, Países Bajos, etc.,
donde entre el 15% y el 30% observan que su empleo no está relacionado con su
campo de especialización.  Las personas
que vayan a progresar en su carrera pueden cambiar a un rango más amplio de
temas, funciones o puestos administrativos o de dirección. Los datos indican
que son en mayor proporción los jóvenes doctores que ocupan puestos
relacionados con sus títulos.

 

Indicators”, Auriol,
L., M. Misu and R. A. Freeman (2013), OECD Science, Technology and Industry
Working Papers
, 2013/04, OECD Publishing.
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