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Una política de transportes competitiva y sostenible

La
movilidad es un factor clave en nuestras vidas. El avance de la tecnología en
este campo nos ha permitido ampliar las posibilidades de viajar, comerciar y trabajar,
ampliando los horizontes de nuestras sociedades y la manera en que nos
relacionamos las personas. Pero este progreso también ha venido acompañado de
indeseables impactos ambientales que inevitablemente ya van a determinar a las
próximas generaciones, de no establecer medidas urgentes: emisión de CO2, calentamiento
global, contaminación acústica, visual, congestiones,…  Todo esto supone un reto en los próximos años
para las políticas públicas, las organizaciones y la ciudadanía.

La
Comisión Europea, consciente de la, al mismo tiempo, necesidad y potencial,
lanzó el pasado año el Libro Blanco: “Hoja
de ruta hacia un espacio único europeo de transporte: por una política de transportes
competitiva y sostenible”,
con el objetivo de preparar el Espacio Europeo
de Transporte para el futuro. Que supone la revisión del Libro Blanco del
Transporte 2001.

Y es que como bien se afirma en la introducción de este Libro
Blanco “el transporte es fundamental para
nuestra economía y nuestra sociedad. La movilidad es vital para el mercado interior
y para la calidad de vida que aporta a los ciudadanos la libertad de viajar. El
transporte permite el crecimiento de la economía y la creación de puestos de
trabajo: ha de ser sostenible a la luz de los nuevos retos que se nos plantean.
El transporte es mundial, por lo que una actuación eficaz exige una decidida
cooperación internacional”.

Desde NSF, compartimos esta visión y dentro de nuestro
proyecto “Bilbao Cantera de Emprendizaje”
promovemos que jóvenes busquen oportunidades empresariales en este campo, con
una visión social.

Por
ello en esta entrada queremos recoger aquéllos aspectos de aplicación más
local, que pueden orientar por una parte a las administraciones públicas
regionales para la adaptación de las propuestas europeas, y por otra parte a
todas aquellas personas, especialmente jóvenes, 
interesados en el sector, tanto por sus posibilidades de empleabilidad
en el mismo a futuro como para la creación de sus propios proyectos
empresariales.

Lo
primero que queremos destacar son determinadas particularidades de este sector
que debemos tener en cuenta:

–         
A pesar
del progreso de la tecnología, del potencial de mejora de la eficiencia
energética rentable y del empeño político, el sistema de transporte no ha
cambiado de forma esencial. El transporte se ha hecho más eficiente desde el
punto de vista energético, pero el transporte de la UE sigue dependiendo del
petróleo y de los productos derivados del petróleo para el 96 % de sus
necesidades de energía”.

–         
“Bien es
conocido que el sector del transporte, en especial en urbano es una fuente de
emisiones de gases de efecto invernadero. La UE se ha propuesto la reducción de
los mismos en al menos un 60% en el horizonte 2050”.

–         
“El sector
del transporte por sí solo representa una parte importante de la economía: en
la UE da trabajo directo a casi 10 millones de personas y supone cerca del 5 %
del PIB.”

Es
decir, es un mercado con potencial de creación de empleo en los próximos años
cuyos dos mayores retos son la reducción de gases de efecto invernadero y la
dependencia del petróleo.
El futuro, las propuestas:

Desde
la Comisión se afirma que “tienen que
surgir nuevos modelos de transporte, capaces de transportar conjuntamente hasta
su destino volúmenes de carga mayores y mayor número de viajeros utilizando los
modos (o la combinación de modos) más eficientes. El transporte individual ha
de utilizarse eferentemente para los últimos kilómetros  del viaje y realizarse con vehículos no  contaminantes”

El
futuro pasa, en las opciones de movilidad para las personas, por lograr una mayor
integración de las redes modales (más conexiones entre aeropuertos, puertos,
ferrocarril, metro y estaciones de autobús), información en línea y sistemas de
reserva y pago electrónicos que abarquen todos los medios de y la mejora de
derechos de los/as pasajeros/as.

En
el caso de los transportes de mercancías (corta y media de distancia)
será importante, además de fomentar las soluciones de transporte alternativo al
camión (transporte por ferrocarril, por vía navegable), mejorar la eficiencia
de los camiones, a través del desarrollo y la incorporación de nuevos motores y
combustibles menos contaminantes

Pero
son las ciudades, los núcleos que pueden marcar un nuevo camino el campo de la
movilidad. “El transporte urbano es
responsable de casi  una cuarta parte de
las emisiones de CO2 originadas por el transporte y el 69 % de los accidentes
de circulación se producen en las ciudades. La eliminación progresiva de los
vehículos de propulsión convencional en el entorno urbano es una contribución
fundamental a una reducción significativa 
de la dependencia del petróleo, las emisiones de gases de efecto
invernadero, la contaminación atmosférica local y la contaminación acústica.
Tendrá que estar complementado por el desarrollo de infraestructura adecuada
para que  los nuevos vehículos puedan
repostar combustible o cargar sus baterías”.

Así
mismo deberá aumentar el uso del transporte colectivo proporcionando a la
personas usuarias una adecuada frecuencia del servicio, y la mejora de los
diseños urbanísticos para facilitar los desplazamientos a pie y en bicicleta.

Finalmente
el desarrollo de Sistemas de Transporte Inteligente debe orientarse a organizar
el transporte de “último Kilómetro” limitando las entregas individuales y
aliviando el problema de la congestión
de las calles y carreteras durante las horas punta de la mañana y la tarde.

Estas
son algunas de las propuestas de la Comisión que recogemos y que entendemos
tienen mayor potencial de desarrollo en nuestro entorno inmediato, pero
recomendamos revisar los Diez Objetivosque la Comisión establece para un sistema de transporte competitivo ysostenible. 

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