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Crisis en España. La salida es posible

Hace un par de meses Jesús Fernández-Villaverde, licenciado
en Derecho y Ciencias Económicas por ICADE y catedrático de Economía de la
Universidad de Pensilvania, participó en un desayuno organizado por la
Fundación Wellington en Madrid para explicar su visión sobre la crisis en
España y el cómo y el cuándo será posible su salida. Resumimos en esencia  lo más destacado de su
intervención porque nos resulta muy esclarecedora.
 
España, 1959. Un país atrasado, con una dictadura, que prácticamente no
tenía que hacer más que copiar las instituciones y la tecnología de otros
países para progresar. Veníamos tan de atrás que era muy fácil crecer deprisa.
España, 1999. El proceso histórico de convergencia con los EE.UU. había
finalizado. Abiertos al exterior e incorporados a la Unión Europea, se habían
mejorado mucho las instituciones, pero el proceso estaba agotado. Y, en vez
de sentarnos a pensar e intentar establecer las bases del crecimiento económico
para las siguientes décadas, tuvimos la gran burbuja inmobiliaria. Pero no era
sólo ése el problema, siendo muy importante. Habíamos olvidado que el país
había agotado el modelo de crecimiento
económico
y había llegado al límite de sus instituciones, por lo tanto
había que cambiar el país de manera profunda. Pero ningún político quería
lanzar ese mensaje a su electorado.
España, 2012. Así nos encontramos: Una crisis
coyuntural inmensa y una gran necesidad de sentar
las bases del crecimiento a largo plazo
. No dejando de lado, obviamente, que el mundo ha
cambiado profundamente y China se ha incorporado al mercado global con sus
1.300 millones de habitantes. Entonces ¿qué hacemos? ¿Cuál es la situación?
¿Con qué problemas nos enfrentamos? Vamos a destacar 3 fundamentales de los señalados por el catedrático:

 

La estructura
institucional

 

España ha sufrido un abismal problema de liderazgo (de acción
y conceptual) durante la última década. No es casualidad, sino la consecuencia
de un mecanismo de selección de élites horrendo en los partidos políticos, en
la alta Administración del Estado y en las distintas estructuras de la vida
social y económica.

Fernández-Villaverde hace
referencia a tres estamentos: los Ayuntamientos, la Comisión Nacional del Mercado
de Valores (CNMV) y la Universidad, y los compara con instituciones similares
en Estados Unidos. Para empezar, compara el municipio de Majadahonda (Madrid)
con Low Merion (Filadelfia). Son dos ciudades con características sociológicas
similares. Ambas tienen alrededor de 60.000 habitantes, en su mayoría
profesionales de clase media-alta. Mientras que en la web del Ayuntamiento de
Majadahonda la noticia en portada hace referencia constante a su Alcalde, en la
de Low Merion se destaca la inauguración de la biblioteca municipal. Y es que
en Low Merion no tienen Alcalde sino un City Manager, alguien que gestiona los
intereses de la comunidad. Mientras que en los Ayuntamientos de este país los alcaldes son personas politizadas,
en Estados Unidos son profesionales de la gestión empresarial y de la
administración pública. Allí no se sabe, ni les importa, su filiación política.
Otro ejemplo: la directora del equivalente a nuestra CNMV en EE.UU. es una
graduada en Derecho por Georgetown, abogada en temas del mercado de valores,
con 29 años de experiencia en el sector y que ha sido confirmada en su cargo
por políticos tanto republicanos como demócratas. En España, sin embargo, la presidenta de la CNMV es –primero- representante de un partido político que
no cumple con ninguno de los requisitos que debería tener alguien en su puesto:
ni es una jurista con experiencia en el mercado de valores, ni es una
economista que sabe de mercados financieros, ni es una persona procedente de la
industria que lleva tiempo trabajando en mercados financieros.
Un último
ejemplo en la universidad. El presidente
de la Universidad de California
, probablemente una de las más grandes y
prestigiosas del mundo, es un administrador muy bueno. Antes fue presidente de
la Universidad de Minnesota y de la Universidad de Texas, en ambas lo hizo muy
bien y por eso se le remunera de manera excelente. El talento hay que pagarlo,
como se le paga a un buen jugador de fútbol. Por el contrario, no sabemos si es de izquierdas o de
derechas
, ni es una cuestión que importe al gobernador de California.
Simplemente es el mejor.  En la prensa nacional, sin embargo, leemos que
la izquierda mantiene su bastión en la Complutense. ¿Cómo puede ser que
para llegar a ser Rector de una universidad española importe la ideología del
candidato? Esto es una vergüenza.
El envejecimiento
demográfico
Es uno de los graves problemas que tenemos en los próximos 30
años. La representación gráfica de la población española en 1970 parecía una
pirámide. Como consecuencia de la tremenda caída del índice de fertilidad, en
2011 tenía más bien forma de urna, bastante más achatada en la vertical. El
gráfico previsto para 2049 presenta
un aspecto preocupante. ¿Quién va a pagar las pensiones en ese año? Y, también
muy importante, quizá más ¿quién va a
pagar la sanidad?
porque el gasto de la sanidad crece de manera exponencial
con la edad de las personas y además hay un gran avance tecnológico en sanidad
y vamos a querer dar sanidad a los mayores con los nuevos tratamiento médicos.
A menos que el crecimiento sea muy rápido en los próximos años, no se va a
poder pagar ésto.
 
La reforma educativa

El sistema educativo es un fracaso.
Los informes PISA lo revelan, pero comparando ciudades semejantes, como se ha
hecho antes con los Ayuntamientos, escogemos Madrid y Shanghai. Son ciudades
comparables (Shanghai, capital económica del país, una ciudad rica, de clase
media-alta, la gente no se muere de hambre, urbanizada, con educación de los padres).
Resulta que el 26,6% de los estudiantes de Shanghai llegan al nivel 6 (un
sobresaliente) en matemáticas. En Madrid sólo llega a ese nivel el 1,9%. Por cada niño que en Madrid saca un
sobresaliente, en Shanghai hay trece niños que lo sacan.

La conclusión es que, si queremos vivir en una economía del
conocimiento de alta tecnología, harán falta niños muy buenos en matemáticas,
gente que sabe programar y es buena en métodos cuantitativos, etc. Por cada
potencial nuevo Bill Gates que tenemos en Madrid, en Shanghai tienen trece. La
tasa de abandono escolar en España sólo está superada por Turquía y por Malta;
Portugal y Grecia tienen mejores resultados académicos que nosotros y no
tenemos ninguna universidad entre las 200 primeras del ranking de Shanghai. Ni
una sola. Las universidades son claves para nuestro futuro. Alrededor del M.I.T.
o de Harvard se han creado cantidad de empresas; alrededor de Stanford lo
mismo. Pero España no tiene ni una universidad entre las 200 primeras de un
ranking internacional. Entonces ¿cómo van a instalarse empresas en sus alrededores?. Esto no puede ser así.

Concluyendo su exposición Fernández-Villaverde explica que, si en este país hacemos lo que hay que
hacer
(léase poner medidas correctoras a todo lo mencionado más arriba), vamos a poder salir de ésta; pero haciendo cambios simplemente
cosméticos no vamos a poder lograrlo, porque ésta no es una crisis coyuntural, sino que
se trata de algo mucho más profundo: es una crisis estructural de la nación y del
ordenamiento institucional. Tomemos buena nota.

Un comentario

  1. En mi modesta opinión, el problema mayor de España es el del paro que ya ha superado el 26% de la población "activa". Es más que el doble del promedio Europeo (y en este promedio pesan mucho España y Grecia)¡Es cinco veces mayor que el paro de países como Austria y Países Bajos! Una "burrada" que debería preocupar mucho más que cualquier otra cosa ¿Bajará el paro? Soy muy escéptico en el corto plazo, porque si además habrá que despedir a miles de funcionarios (que efectivamente sobran), será muy difícil. Deberían hacerse esfuerzos mucho mayores, favoreciendo la creación de empresas con valor añadido, centrarse en el apoyo a la reforma de empresas, crear más empresas productivas (sobran muchas "consulting") y eficientes, favorecer el crecimiento en tamaño de las empresas (por ejemplo uniendose: En España hay muy pocas empresas de tamaño multinacional, en fin una reestructuración profunda del entramado económico -empresarial. Y hay que pensar un poco más lejos que el problema inmediato. Hay jóvenes capacitados dispuestos a trabajar, no para obtener dinero fácil como ha sido el caso de unos cuantos "adultos" en un pasado muy reciente. Necesitamos aprovechar el ingenio de ingenieros de verdad, no necesitamos "ingenieros financieros".

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