• Blog Construyendo Capital Humano

Guía de la Comisión para la Innovación Social

Desde el pasado Febrero ya tenemos una definición de qué es la Innovación Social para la Comisión Europea. Más allá si cabe, tenemos una completa Guía en la que además de definir, profundiza en las razones por las cuales se está convirtiendo en el principal camino para lograr un cambio de modelo hacia una economía, como bien se define desde las Instituciones europeas, más inteligente, sostenible e integradora. (Ver Europa 2020) 
Vayamos pues a la definición; para la Comisión Innovación Social es “el desarrollo e implementación de nuevas ideas (productos, servicios, modelos) para encarar las necesidades sociales y crear nuevas relaciones sociales o colaboraciones. Por tanto representa nuevas respuestas a las demandas sociales, que afectan el proceso de interacciones sociales, en definitiva mejorar el desarrollo humano”.
Desde NSF compartimos con la Comisión que no hay Innovación Social sólo por objetivos, sino también por modos de hacer, un aspecto que también se circunscribe a las Empresas Sociales.
Por todo ello el proceso de la Innovación Social estaría compuesto por 4 elementos:
1. Identificación de una necesidad social insatisfecha.
2. Desarrollo de nuevas soluciones en respuesta a esa necesidad.
3. Evaluación de la efectividad de la nueva solución.
4.  Escalabilidad  de la Innovación Social.
Es importante recalcar que las nuevas soluciones tienen que tener una perspectiva holística integrando lo social, lo económico y lo medioambiental.
En el proceso de implementación de la Innovación Social en nuestras sociedades hay que incorporar una metodología de Diseño Social. El Diseño Social implica necesariamente empoderar a las personas a nivel local para inventar juntos soluciones a los problemas económicos y sociales.
La inclusión de la ciudadanía en el diseño de nuevos proyectos para la resolución de necesidades sociales insatisfechas implica que las administraciones públicas se abran  a nuevos valores y modelos de acción: trabajo colaborativo, experimentaciones, prototipos,…
En definitiva, existen determinadas características de la Innovación Social que provocan un cambio de modelo en la manera en que nos relacionamos ciudadanía, sector público y sector privado, así como en la forma en que abordamos las soluciones a los problemas:
– APERTURA: La Innovación Social implica compartir el conocimiento y la propiedad del mismo.
– MULTIDISCIPLIARIEDAD: los problemas se resuelven de manera holística implicando diferentes perspectivas a los mismos.
– PARTICIPACIÓN: empodera a la ciudadanía en conocimiento, diseño y ejecución.
– PERSONALIZACIÓN: La mayoría de las soluciones tienen que ser adaptadas a las circunstancias locales y de las personas.
Todo ello en un modelo de etapas como se muestra en el siguiente cuadro:
Fuente. Guía para la Innovación Social. Comisión Europea 2013
Vale, ya tenemos definición, elementos, valores y metodología pero ¿por qué debemos optar por la Innovación Social frente a otros modelos?.
La Comisión nos recuerda que en el pasado, los retos sociales como el envejecimiento poblacional, las olas migratorias, la exclusión social o la sostenibilidad han sido principalmente percibidos como problemas que constreñían el comportamiento de los actores económicos.
Los deseos individuales para cambiarlos provenían de tradicionales modelos no-lucrativos como vehículo a través del cual canalizar sus estrategias de cambio, de resolución de los problemas. Este tipo de actividades han sido a menudo altamente dependientes de los subsidios gubernamentales o de las donaciones privadas y enfrentan la dificultad de la sostenibilidad a largo plazo.
Hoy las tendencias sociales anteriormente mencionadas están siendo percibidas cada vez más como oportunidades para el desarrollo económico y social. Es más, tendencias en demografía, economía, medioambiente, salud, bienestar, comercio justo,…, son cada vez más observadas como mercados en crecimiento. Una oportunidad también para el sector público que debe dar respuesta a una multilpicidad de necesidades en crecimiento que van a necesitar de modelos híbridos (público-privados) y más horizontales para su mejor resolución. 
Por todo ello, la Comisión establece una serie de preguntas que deberían realizarse las administraciones públicas con respecto a su papel como impulsoras de la Innovación social:
1. ¿Cómo podemos sacar provecho de los procesos colectivos de aprendizaje que genera la Innovación social?
2. ¿Cómo podemos sacar provecho de la oportunidad que la innovación social brinda para la provisión de servicios del sector público?
3. ¿Cómo podemos asegurar el desarrollo e implementación local de las innovaciones sociales?
4. ¿Cómo podemos promover mejores colaboraciones con diferentes agentes económicos y sociales para reforzar la Innovación Social?
5. ¿Cómo podemos evaluar el valor añadido de la Innovación Social?
6. ¿Cómo podemos hacer escalablese las innovaciones sociales?
Seguiremos profundizando en este papel del sector público en un siguiente post.

Comentarios cerrados.