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“¿Vuelta a la anormalidad?”

Con esta frase titula Federico Mayor Zaragoza -presidente de la Fundación Cultura de Paz y antiguo director general de la UNESCO- su último post. Porque no cree que esta guerra en Europa haya servido para mejorar las cosas en el mundo instalado en una “anormal situación”.

En la entrada a su blog “La Fuerza de la Palabra” se refiere a la invasión de Ucrania a la que califica de abominable y terrible episodio bélico, decidida por Putin sin duda, pero en la que la Unión Europea y las Naciones Unidas no han sido los interlocutores al estar inhabilitadas ambas por el veto, la primera por el de la unanimidad y la segunda por el de los vencedores de la II Guerra mundial. Los interlocutores han sido los militares de la OTAN, destaca en su reflexión el profesor, sólo la OTAN como protagonista.

Este terrible episodio bélico -cuando termine- hará que volvamos a la “anormalidad”, señala. Y explica que los grupos de gobernanza global creados por Reagan en los años 80 nos han llevado a “sombríos horizontes ecológicos, sociales y políticos… de los que debemos ser conscientes”. Conscientes para la acción y la participación, y para ser actores que procuran un cambio radical en las tendencias presentes. Este es su íntimo deseo.

                                                 

 

Y a continuación centra su discurso Mayor Zaragoza en el medio ambiente, la naturaleza y la habitabilidad de la tierra. Haciendo un repaso de las diferentes instituciones y personas que a lo largo de los años han venido denunciando este problema, para evitar que las actividades humanas sigan haciendo daño al mundo en todos sus órdenes. UNESCO, Club de Roma, Aurelio Peccei… así como la Academia de Ciencias de los Estados Unidos (alerta sobre emisión de gases con efecto invernadero), la primera gran Cumbre de la Tierra en Rio de Janeiro (documento “Agenda 21”), la segunda Cumbre de la Tierra en Johannesburgo (documento “Carta de la Tierra” y aprobación de los “Objetivos de Desarrollo del Milenio”), los “Acuerdos sobre Cambio Climático de París” en 2015 auspiciados por Barak Obama y la Resolución de la Asamblea General (Agenda 2030 y Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS) para “transformar el mundo” que suscribió igualmente el presidente demócrata americano. Una pausa de esperanza por fin, destaca Mayor Zaragoza, en la que podía preverse una reacción a escala planetaria para afrontar los gravísimos retos globales. Pero cambia el gobierno de EE.UU., llega el republicano Donald Trump y anuncia que no va a respetar los Acuerdos de París ni la Agenda 2030. Federico Mayor Zaragoza piensa en su fuero interno que esa total discrepancia con los acuerdos previos va a ser contrarrestada por la Unión Europea y numerosos países que forman parte de Naciones Unidas… pero se hace el silencia de nuevo. Una vez más. Y llegan los años de gobernanza del “gran dominio” como él lo llama (militar, financiero, energético, mediático, digital). Pero ahora, continúa en su escrito Mayor Zaragoza, ahora ha llegado el momento de contribuir a una “normalidad” muy distinta a la “anormal situación” que ha caracterizado las últimas décadas.

ODS y Premio Novia Salcedo

Ahora debemos recordar las palabras de la Carta de las Naciones Unidas, que se inicia con una frase que debe adoptar toda la ciudadanía, conscientes y responsables: “Nosotros, los pueblos… hemos resuelto evitar a las generaciones venideras el horror de la guerra”.  

Ahora, por fin, “los pueblos”, todos iguales en dignidad y capaces de expresarse libremente, ya son una realidad. Ahora, por fin, ya podemos participar activamente y alzar la voz en grandes clamores populares. Ahora ya podemos. Ahora ya debemos. Ahora es apremiante ser plenamente consciente de los retos globales, algunos irreversibles, que se ciernen sobre la vida humana.

Ahora no podemos ser espectadores impasibles de lo que acontece, sino que es preciso actuar con diligencia… para las cinco prioridades establecidas por las Naciones Unidas: alimentación, agua potable, servicios sanitarios de calidad, cuidado del medio ambiente y educación para todos durante toda la vida.

Ahora, actuar de tal modo que no vuelva a ser “normalidad” la inversión diaria de 4.000 millones de dólares en armas y gastos militares, al tiempo que mueren de hambre y extrema pobreza miles de personas… Se duplicará en la Asamblea General el número actual de representantes de los Estados por los de la sociedad civil, sobre la base de una equilibrada proporcionalidad, sin veto…  Y se iniciará un proceso de emergencia con la total eliminación de las armas nucleares… y de los paraísos fiscales… y de los incumplimientos fiscales anómalos y delictivos… facilitando en todo el mundo la puesta en práctica de los ODS…

Este es el gran deseo que expresa Federíco Mayor Zaragoza en su post, un deseo que puede llevarse a cabo con la participación comprometida de todos los ciudadanos del mundo. “Nosotros, los pueblos…”

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