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“Empleo y Progresos Sociales en Europa 2022” (I)

En el Año Europeo de la Juventud, la Comisión Europea ha publicado la edición anual 2022 del informe “Empleo y Progresos Sociales en Europa” (ESDE, por sus siglas en inglés) titulado «Jóvenes europeos: empleo y retos sociales»

A pesar de la grave crisis causada por la pandemia de COVID-19, la extraordinaria respuesta producida en Europa ha conseguido suavizar los aumentos en la desigualdad de ingresos y la pobreza en la Unión Europea (UE).

Dos años después de su comienzo, los resultados muestran los efectos que la pandemia ha tenido en la población. A modo de síntesis, se puede confirmar que al impacto negativo del comienzo le siguió una mejoría en el año 2021. La pobreza y la desigualdad se mantuvieron relativamente estables a pesar del shock que supuso la crisis, en gran medida gracias a la intervención pública excepcional por la que se optó para afrontar los peores momentos. Sin embargo, si se examinan los datos con detenimiento, es evidente que la recuperación no benefició a todos por igual.

La preocupación por la solidez de la recuperación tras la pandemia queda reflejada también en el informe. La guerra en Ucrania (comenzada a principios de 2022) es la mayor amenaza a nivel europeo, ya que ha supuesto no solo una crisis humanitaria y de migración de personas, sino una desestabilización general del continente.

Empleo y Progresos Sociales en Europa 2022

A este se le suman otros factores que han afectado negativamente a la economía y a las empresas, como son los aumentos de precios de la energía, las materias primas o los productos, la inestabilidad en las relaciones comerciales (particularmente en las exportaciones) y los problemas en las cadenas de suministro global. Otros fenómenos como la inflación creciente amenazan especialmente a las clases medias y bajas, que podrían ver considerablemente reducido su poder adquisitivo en el corto plazo.

Precisamente con el ánimo de profundizar en esta desigual recuperación, el informe estudia en detalle la situación de los jóvenes después de estos últimos años.

Una vez presentada una visión de conjunto de la sociedad europea tras la pandemia, el informe se centra en el caso de los jóvenes, que se han visto especialmente afectados por la crisis. Sus condiciones de vida empeoraron ligeramente con la pandemia; los menores, por ejemplo, se vieron afectados en mayor número por los casos de pobreza material.

En este sentido, es importante que podamos comprender los obstáculos específicos a los que se ha enfrentado la juventud durante este tiempo. En primer lugar, el cierre de los colegios entorpeció el aprendizaje, aumentando así las posibilidades de que se generaran brechas educativas entre la población. Por otra parte, para los jóvenes ha sido más complicado acceder al mercado laboral y estabilizarse en él (por ejemplo, gracias a los contratos indefinidos) durante la pandemia.  Si a esto se le añade el aumento generalizado de los precios de la vivienda en los últimos años, es comprensible que la juventud esté preocupada por sus posibilidades de independizarse y desarrollar plenamente su vida adulta.

Por suerte, no todo son malas noticias. El mismo informe asegura que los jóvenes tienen un nivel educativo alto, tienen grandes competencias digitales y una marcada preocupación ecológica. Estos factores les podrían resultar muy útiles para aprovechar las medidas de recuperación y transición verde que se han puesto en marcha, y que serán aún más relevantes en el futuro.

Aun así, será imprescindible llevar a cabo políticas que creen oportunidades e impliquen de forma activa a la juventud en los cambios. Iniciativas como la Conferencia sobre el Futuro de Europa, el nuevo programa ALMA (Proponte, Aprende, Domina y Consigue, según sus siglas en inglés) para favorecer las experiencias profesionales en otros Estados miembros de la UE, así como los nuevos programas de garantía para jóvenes, son algunas de las medidas que ya se han impulsado con este objetivo en mente.

Como ya hemos avanzado, el informe ESDE de este año 2022 se centra en la población joven menor de 30 años. En una segunda parte de este artículo trataremos con más detalle las amenazas y oportunidades a las que se enfrenta este colectivo en Europa.

 

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