Programa Beta Joven: Para estos jóvenes no había nada

La Fundación Novia Salcedo impulsamos Beta Joven, un programa piloto para conseguir prácticas a 166 personas «vulnerables» de entre 16 y 29 años.
«Nos dan la oportunidad que otros no nos han dado»

Nos hace especial ilusión compartir el artículo que Carlos Benito ha publicado en El Correo donde presentamos este nuevo proyecto dirigido a facilitar la inserción laboral de la juventud en de Euskadi:

Hay pocas cosas más desesperantes que ese círculo vicioso al que se enfrentan muchos jóvenes cuando tratan de introducirse en el mercado de empleo: sin experiencia no hay trabajo y sin trabajo no hay experiencia, un bucle lógico que da lugar a un frustrante parón en miles de biografías.

La situación resulta especialmente preocupante en el caso de los jóvenes más vulnerables (los que cuentan con menos formación, los inmigrantes…), que no encuentran ninguna grieta para escapar de esa marginación laboral en la que han quedado atrapados.

La Fundación Novia Salcedo está aplicando un programa piloto para conseguir prácticas profesionales a 166 de estas personas en lo que queda de año. Por el momento, 50 de las plazas ya están ocupadas, pero la convocatoria sigue abierta a jóvenes que cumplan los requisitos y también a empresas que quieran ofertar algún puesto.

El Programa Beta Joven, que así se llama, fue una propuesta que la propia fundación hizo llegar hace un año al Ministerio de Trabajo. La plantearon como una idea para cumplir la recomendación europea de Garantía Juvenil, por la que los países de la UE deben brindar una oferta formativa, de prácticas o un contrato laboral a quienes concluyan sus estudios.

En esencia, la idea consiste en aplicar a los «jóvenes vulnerables» el modelo que Novia Salcedo lleva años empleando exitosamente con otros aspirantes que tienen más formación: analizar las características del solicitante y la empresa para lograr una plena adecuación, contar con dos personas que hagan seguimiento del proceso (un mentor de la fundación y un tutor designado por la empresa donde se hacen las prácticas) e ir cumpliendo un plan de formación trazado por el empleador.

Al Ministerio le convenció la iniciativa y la ha impulsado como un proyecto piloto en tres territorios (Euskadi, Extremadura y Comunidad Valenciana) a través de los correspondientes gobiernos autonómicos, con 166 plazas de prácticas y un millón de euros de fondos europeos en cada una de las regiones. Si funciona, en el futuro se extenderá al resto del país.

«Que nuestro modelo sea reconocido después de 42 años de andadura es una satisfacción y nos reafirma en que es el más beneficioso para el joven y la empresa», comenta Paloma Eizaguirre, responsable de comunicación de Novia Salcedo.

Eso sí, la aplicación del plan presenta sus dificultades. La primera, y no precisamente la menor, es llegar a los destinatarios de la oferta, ya que muchos de ellos se encuentran en cierto modo fuera del sistema. «Para la fundación supone un reto, ya que es la primera vez que trabajamos con este perfil de joven», apunta Itziar Casillas, la responsable del programa.

Beta Joven se dirige a residentes en Euskadi de 16 a 29 años que tengan un grado medio, la ESO o certificados de profesionalidad de nivel dos o que hayan estado parados doce meses durante el último año y medio, además de a migrantes y refugiados inscritos en Lanbide. «Para otros jóvenes hay muchos programas -resumen en la fundación-, pero para estos no había nada».

Las becas, financiadas por los fondos Next Generation, suponen seis meses de prácticas en empresas, con jornadas de cinco horas y un salario total de 4.135 euros brutos, unos 660 netos al mes.

«Queremos que vengan los jóvenes, tanto aquí, en Bizkaia, como en Gipuzkoa y Álava. Tenemos un montón de oportunidades muy interesantes para ellos»

De momento, se han inscrito más de doscientos, de los que un centenar han sido perfilados por la fundación, que les proporciona orientación, acompañamiento y formación en distintas competencias, y cincuenta ya están en sus puestos.

También sigue abierta la convocatoria para las empresas que deseen acoger a uno de estos trabajadores en prácticas financiados por Europa. En el listado figuran pymes de construcción, peluquería, servicios sanitarios y sociales, logística o corte y confección, por ejemplo, pero también grandes empresas como Ikea (con 42 plazas) o Leroy Merlin (31).

«Yo animo a otros jóvenes a apuntarse -dice Mery Pamela Aponte, una de las jóvenes que ya están haciendo sus prácticas-. A los jóvenes sin experiencia nos cuesta mucho encontrar trabajo. Aquí nos dan la oportunidad que otros no nos han dado».

«Las horas en el trabajo se me pasan rápido… ¡Es la ilusión!»

Mery Pamela llegó desde su Bolivia natal con 7 años y reside en Algorta. Estudió un grado medio en Administración, pero se topó con el muro de la falta de experiencia y acabó trabajando de dependienta en una frutería: «Me gustaba. Ahí me pude desenvolver, porque era muy callada y me costaba relacionarme con los clientes. Después estuve un mes sin trabajar y me estaba poniendo nerviosita», recuerda.

A través del Programa Beta Joven ha empezado a hacer prácticas en las oficinas de la empresa de limpieza Clymagrup, de Erandio. «Meto pedidos, atiendo el teléfono… En ocasiones me van dejando sola para ver si he aprendido. Me gusta lo que hago porque mantengo la mente ocupada. Me motiva y las horas se me pasan muy rápido… ¡Es la ilusión!».

«Respondía que no tenía experiencia y nunca me llamaron»

Cécile es un caso atípico dentro del programa, porque en su país, Costa de Marfil, hizo la carrera de Biología. «Llevo dos años aquí y, con la barrera del idioma, empiezo desde cero», aclara, aunque en realidad ya ha logrado hablar mejor castellano que algunos nativos. En Bilbao se sacó la ESO y algunos certificados de profesionalidad, pero nunca ha llegado a trabajar. «Siempre te preguntan por la experiencia y respondo que no la tengo, pero que puedo trabajar. Nunca me llamaron».

Cécile sueña con un empleo relacionado con su formación y Beta Joven le ha permitido acercarse: está en Agrupa Lab, en Derio. «Es un laboratorio dedicado al medio ambiente y hago lo básico. Estoy en preparación de muestras: suelo, aguas… Estoy supercontenta», dice, y se le dispara la sonrisa.

>>>Más información del Programa Beta Joven

Itziar Casillas, en un aula de Novia Salcedo, con Mery Pamela Aponte y Cécile Djabre. / YVONNE ITURGAIZ


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